May it be...



Un aroma ajeno al que estaba acostumbrada irrumpió en mi habitación, pensando cada segundo en el “cómo podría ser”, el “hubiera sido” ya me parecía una frase absurda. Miles de cosas salpicando en mi cerebro y el dulce recuerdo de esta tarde antes de tu adiós, eran lo único que retumbaba entre los muros… no había respuesta y a decir verdad inquietaba un poco, hasta me encolerizaba sin razón; revisando la larga lista, varias frases se repetían a diario… y ni decir de todas esas cosas raras que nos pasaban pero se entretejían con todo sentido, yo no creo en la suerte ni en la casualidad… ¿será que el futuro se puede transportar y convertirse en pasado y presente?

Todo se basaba en esperanzas y deseos… algo que, según la filosofía de algunos y quizás me podría incluir de vez en cuando, no podía sustentar la realidad y proyectar un mañana menos incierto…pero por primera vez creo que dejé de ser tan escéptica y el torbellino me envolvía cada día que pasaba.
Ten por seguro que todo va a pasar, tengo miedo y dejo de creer, las rodillas me traicionan y las mejillas empezaban a embarrarse de sal, no hacía más que entrelazar mis dedos y hablar por lo bajo, a pesar que estaba sola juraba que me podían escuchar en cualquier rincón… sentía la paz de estar ensimismada, pero el peso de no hacer lo que hubiera querido en ese momento era inimaginable, ¿quieres saber?... pero, ¿para qué decirte el final del libro?, espera que todo va perfecto, o casi…

¿Qué te parecían las noches?, siempre susurrando para que no nos atraparan, aunque siempre sospechaban, pero no interesaba porque lo que decíamos quedaba entre los dos, siempre las noches eran…y son la mejor aventura después del día pesado que nos tocaba, aquellos silencios que no eran de los incómodos, sino de esos que decían más y los resoplidos de lástima e impotencia que me hacían fruncir el ceño, después de unos minutos las famosas frases con las que solíamos recuperar el aliento y reanudábamos la plática hasta quedarnos dormidos y hablando sandeces… me la pasaba tan bien, pero creo que esta noche será diferente, me inventaré el tema de la noche, predeciré lo que me contarías y supliré tu ausencia con algo más soso, nada fue lo mismo, el día pasó tal cual vino, sin viento ni sol, sólo quería que cayera la noche y dormir de nuevo con la “esperanza” de que al día siguiente, la rutina esa que me tenía encantada, volviera a atraparme, aunque no sabía si estaba preparada para algo permanente pero no lo descartaba tampoco, pues algún tipo de adicción se colaba entre mis células y se siente tan bien… te vuelvo a repetir, no te contaré el final del libro, tan sólo prepárate para el beso más dulce que vas a recibir en toda tu vida.

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