De aquellas noches



El patio que estaba en la parte final de la casa donde he vivido casi toda mi vida, no había manera alguna que me encontraran ahí, el suelo estaba iluminado como nunca, caminé como hipnotizada y me recosté en la pared, los brazos cruzados, un aire frío que me despertaba, un par de nubes color ámbar, mi amiga de siempre por supuesto y silencio… nadie se percató que estaba en mis momentos bohemios de perderme en fantasías, sueños o como quieran llamarlo, es decir, lo mismo de siempre: mirar al cielo y ponerme a pensar, costumbre que la daba por perdida pero creo que la retomé en el instante preciso.

Hasta hace meses no me preocupaba por echarle una mirada atrás a lo que me había sucedido, no había ni un torcedura en el camino, seguía igual de tranquilo, un poco rutinario podría decir y si miraba hacia delante podía apostar que seguiría así por mucho tiempo… pero aquí es donde digo que la vida puede cambiar de un momento a otro y lo único seguro a lo que puedes apostar es a esa milésima de segundo en el que estás respirando.
En una semana puedes terminar un ciclo, en un día tu mente puede volar a lugares menos pensados, en un segundo tu corazón puede sobreparar por una emoción fuerte y ésas son las que me gustan vivir, o al menos, me ocurren muy a menudo últimamente… sin entrar en detalles pero créanme, al sucederles una vez y sienten que son arrastrados por ese espiral de vértigo y ansiedad por algún motivo en particular, no sean cobardes y déjense caer… no sabes si pararás, puede que lloren, puede que rían, puede que simplemente no digan una sola palabra pero se sentirán plenos… es algo rarísimo pero nunca sabrán si aquel huracán vendrá de nuevo.

Una de las ventajas de haber vivido lo que he vivido, es que sé que mi libro tiene muchas hojas aún por ser llenadas… lo que me da curiosidad es el no saber si las llenaré en un año más o quizás un día… lo bueno es haber experimentado pero no todo, la ventaja de conocer la verdad de la gente pero tener un poco de ingenuidad, no sé si decirle ventaja pero el hecho de haber madurado rápido, aunque no tengo la menor idea de cuándo pararé, el ser intensa pero tengo tantas cosas por sentir… no sé, imagino que sólo es cuestión de esperar, por ahora sé que estoy en la cuerda floja y no tengo pavor de caer… no sería la primera vez… pensar que éste es un masoquismo justificado, creo que hay ciertos dolores que merecen la pena vivirlos, a veces redimirse es cuestión de caer en la cuenta que hay una realidad.

1 comentarios:

Eric dijo...

"Pensar que este es un masoquismo justificado" es la gran frase q define a esta historia. Me gusto y me parece muy cierto!

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